miércoles, 4 de enero de 2012


¿Para qué darle más vueltas? ¿Por qué? ¿Por qué sigo pensando en tí? ¿Por qué escucho tu nombre en todos los lados? ¿Por qué dibujo tu inicial con el dedo? ¿Por qué sigo pensando en infinito? ¿Por qué sigo pensando en las viejas promesas? ¿Por qué escribo esto? Todo tiene una misma respuesta. Que te quiero.

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